Me quedé callada viendo como te marchabas, como te ibas de mi lado, el silencio era infinito; solo se escuchaban las gotas que caían de mis ojos, sí, eran lágrimas... No me gusta afirmarlo pero volví a recaer, volví a caer en esa enfermedad llamada amor, prometí que no lo volvería hacer, que no me iba a volver enamorar, pero me equivoqué. Como me equivoqué con muchas cosas, contigo por ejemplo... Me hiciste creer una princesa y me hiciste quedar como una rana. Ahora salto y salto como una rana pero tengo lo más importante... LA FELICIDAD, algo que tú no me supiste dar.
Atentamente: Silvia Rodeiro
No hay comentarios:
Publicar un comentario